Chinches y alimañas

Lenta, sigilosamente las chinches invaden el campus universitario, el máximo recinto del conocimiento, la universidad de la nación sufre la invasión de chinches y otras alimañas.

Nadie se explica el hecho, genera gran incertidumbre ya que aparecen en Química, pero también a kilómetros de distancia en algún CCH o en alguna Facultad de Estudios Superiores.

Hasta ahora los institutos han gozado de inmunidad, quizá una mutación genética de los repugnantes bichos les indique no profanar el Olimpo del quehacer científico.

En las unidades foráneas se toman medidas para evitar que el contagio alcance San Pedro Mártir en Baja California o Sisal en Yucatán.

En la Facultad de Derecho, por decreto publicado en el órgano correspondiente se prohibió terminantemente la entrada a tan temida alimaña, para evitar todo tipo de perjuicios a tan digna comunidad.

No existe conjetura alguna del por qué las zonas circundantes a los campus universitarios no sufren del nefasto evento

Asustados y asustadas estudiantes ante el temor que les produce el despiadado ataque desalojan los recintos universitarios y exigen el exterminio total y de largo plazo de tan devastadora pandemia.

Bajo la consigna de “fumigación o muerte” se cierran los planteles, como fichas de dominó van cayendo las instalaciones en la inactividad.

Está en vía de instalarse un comité de científicos que dedique su tiempo y esfuerzo a desentrañar el extraño fenómeno; según filtraciones dará sus primeros resultados en el otoño del 2027, pues todo parece indicar que es una plaga recurrente con una periodicidad  de cuatro años y que se inicia con el fin de la temporada de calor veraniego; paradójicamente entrelazada con algún tipo de actividad universitaria recurrente cíclicamente, pero esto es sólo una hipótesis que tendrá que ser verificada con los datos duros que presente el grupo de brillantes científicos.

Existen algunos indicadores de que la plaga de chinches y otras alimañas es de corta duración, eso se ha observado en el pasado, donde no fue tan extendido el fenómeno y pasó casi desapercibido. También se especula que se ha intensificado por el cambio climático y en particular por las calurosas corrientes que circulan por el Niño.

Las y los universitarios no tendrán más que esperar que las alimañas decidan retirarse o inmolarse, de tal manera que la sacrosanta tarea de la enseñanza vuelva a enseñorearse en los recintos universitarios, para bien de todos y de la nación mexicana que tanto requiere de mujeres y hombres bien preparados para enfrentar los retos de un país en transformación o en sobrevivencia, según sea el color del cristal con el que cada uno mire.

Desde aquí se hace un llamado a la tranquilidad, mejores tiempos nos esperan.