Pedrito
El preferido, el más cercano, el hijo adoptivo de López, Pedrito I de Perú y tierras adyacentes del imperio Inca fue fulminado por ciento un votos de "seudo" representantes del pueblo, despojándolo de la investidura presidencial y arrojándolo a las fauces de la venganza. Pedrito dormita en las mazmorras del conservadurismo, espera un destino poco grato, será compañero de un tal Fujimori, de no buen recuerdo. En esas tierras andinas es bastante fácil caer en los oscuros recintos de la justicia, amor y odio en su expresión exaltada. Amparado en la premisa de su inspirador, referente filosófico, gurú de pacotilla, "no me salgan con que la Ley es la Ley", a Pedrito, con todo y sombrero bien puesto, se le ocurrió desconocer a los malagradecidos congresistas y decretar (fórmula también copiada del tlatoani mesoamericano) que sólo sus chicharrones truenan en las tierras peruanas (desconozco si hay chicharrón por allá pero puede cambiarse por ceviche, aquí sólo mi ceviche t