Grumos el engrudo
Érase un apacible pueblo donde brillaba la concordia, la empatía florecía desde siglos atrás, Rousseau sería el hombre más feliz si hubiese descubierto tal maravilla donde se mostraba la bondad original del humano, al margen de la desastrosa presencia del inhumano descarriado por la sociedad ganada para el egoísmo. Por desgracia el pueblo se fue envileciendo con el arribo de extranjeros que depredaron el idílico paraíso. Se gestó el caciquismo, se instalaron autoridades ruines, fundaron una policía al servicio de ricos e influyentes, se abandonó el cultivo de plantas idiosincráticas (maíz) por cultivos perniciosos (mariguana), surgieron violentos y malignos grupos en disputa por el lucrativo negocio, hicieron su arribo autoridades que se autodenominan superiores, con nefastos intereses en su cartera, unos autodenominados estatales y otros federales, é stos acompañados de extraños violentos vestidos de verde y con el objetivo de aplacar a los cultivadores "ilegales"