Martha y Marcelo...mama mía

 - Tú firmaste Marcelo.

- No, no firmé nada, Martha.

-Firmaste en lo oscurito.

- Todo transparente como el mar del Caribe.

- Me sacaste de la reunión.

- No te saqué, no hubo reunión.

-Traicionaste a México.

- Tú traicionas al decir tanta mentira, me odias.

- Tú nunca me quisiste, por ser mujer.

- Mejor cállate, ya te pusieron en el bloque conservador.

- Ni así me vas a callar.

-Ya veremos, alcahueta.

Bonito diálogo; le sugiero a Epigmenio Ibarra que a partir de este magnífico intercambio de amor, entre Martha y Marcelo, realice una gran telenovela para TV Azteca: "TE ODIO HASTA LA MUERTE". Sería un gran éxito, dinero para la producción no le falta, en caso de desbordar el presupuesto siempre tendrá acceso a crédito. Podría exportarse a Nicaragua, Cuba y Venezuela.

Lo bueno es que no son iguales a los de antes. Imagine la sangre, de los de antes, corriendo, embarrando por todos lados, un cochinero total; por cierto la sangre neoliberal supongo es azulosa o de a tiro color moronga.

Ya sabemos, aclarado por quien preside el poder ejecutivo, que en México el Presidente lo sabe todo, por tanto, sabe si su empleado, Marcelo, firmó y si firmó qué firmó, si no firmó no puede saber que no firmó porque no existe lo que no firmó.

Si, sí firmó, hay de dos sopas, la de pollito, que firmó con anuencia de su jefe; la de ajo, firmó sin consentimiento del patrón.

Si fue de ajo y se enteró quien no debía enterarse, aunque se entera de todo, de patitas en la calle, con todo y monserga mañanera.

Si fue de pollito, pues, fue de pollito. Todos callados saboreando la sopita con un delicioso aguacate michoacano y cara de yo no fui.

Uno, con inocencia, se pregunta:

¿Por qué Martha aguantó tanto tiempo con la panza hecha bolas, el coraje desbordándose, el hígado hecho papilla?

¿Serán los tiempos, los tiempos de la corcholateria precoz o anticipada e ilegal?

¿Va sola, por su cuenta o no?

¿Si no va sola, quién la cuchileó?

¿Se pasó al bando de los traidores a la Patria?

¿Estalló, no por lo que se firmó, sino porque no la dejaron firmar?

Conclusión, con o sin firma, miles de mujeres, hombres e infantes deambulan por el país, sin futuro, amarrados a una ilusión que se desvanece día a día.

Una tragedia.