La escoba
Corrupción en el ámbito político: mal uso del poder, de funciones o de medios, para sacar un provecho, económico o de otra índole, obteniendo una ventaja ilegítima.
De arriba para abajo, así mandan los cánones de la limpieza, del pent-house al sótano, el buen barredor, barre.
Aunque, según los conocedores (tipo abuelita) de la limpieza, hay que trapear a continuación de barrer, hay cochambre, suciedad pegada y otras porquerías que no salen con la barrida.
También existe la limpieza a fondo, barrer y trapear pa'l diario, pero cuando la podredumbre está instalada, es imprescindible la limpieza a fondo, sacar la katcher, ácidos y detergentes profundos, una friega y nunca queda bien.
Si después de seguir estos pasos la suciedad persiste, hay que llamar a una empresa de remodelación o tirar el edificio y volver a construirlo.
Recientemente, las personas, de un país de cuyo nombre no quiero acordarme, gracias a una amplia mercadotecnia e insistencia, contrataron a un individuo que aseguro poder limpiar su casa; de arriba hacia abajo con una escoba. Parece que entendieron lo de la escoba como una metáfora, un eslogan de publicidad.
El magnífico vendedor de sueños, al poco tiempo, dio por terminado su trabajo, dedicándose a otra productiva actividad: convencer a las personas de lo limpia que quedo la casa. Todos los días replicaba, sin cesar, "ya no hay suciedad".
No faltan algunas moscas o personas negativas que insistían en que la podredumbre seguía brillando, que incluso había manchas nuevas o algunas habían corroído más la estructura.
Los mal aviesos, descaradamente, dijeron que ni una buena barrida se había ejecutado, en el mejor de los casos una barrida selectiva, aquí si se barre, allá ni de chiste.
En algún momento, ante tanto desgañitarse de esa minoría ciega, el gran barredor afirmó: "Los barredores de antes eran peores", lo que se puede interpretar como una confesión de parte.
El desánimo cunde, un grupo amplio de personas se inclina por contratar a un o una allegada del limpiador que no limpio, para limpiar una casa que según el limpiador ya está limpia. Perdón por el galimatías.
Todo indica que la suciedad permanecerá como una maldición bíblica.
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