Calaverita

 Andaba López muy feliz, de Tijuana a Yucatán,

sin faltar a una mañanera para dar misa a los feligreses,

anunciando sin cesar la buena ventura de la cuarta,

destapando corcholatas, desde Yoli hasta Orange Crush,

todos felices, felices, felices que ni en Dinamarca son.

Una Guacamaya se atravesó en el camino del señor,

de ultratumba salió el  Cash, libelo espantoso,

el NY Times se despacha los pantallazos del comisionado,

Loret salió con otra de sus invenciones, es la derecha,

el corazón no resistió, López cayó fulminado en brazos de Beatriz.

Lloran las mascotas, ¿Quién les dará su bienestar?,

las corcholatas se desgañitan en Tic Toc, Instagram y FB,

la ansiedad invade a la nación,

el clamor popular exige el Testamento,

calma y nos amanecemos, todo a su tiempo, por favor.

La derecha se desgañita de placer, Dios ha vuelto a mirarnos,

Biden detiene las condolencias hasta que se declare legal el deceso,

los malos lloran a su santón, quien abrazados les dará,

Putin manda un poco de oro de Moscú para aminorar la pena,

se oye un rumor de descanso en la nación.

Por respeto al patriota caído, esperemos el novenario,

por el bien de la patria, primero los (pobres) López,

hasta el veinticuatro Adán López,

del 24 al 30 Beatriz G. de López,

para el año treinta y posteriores, quien más que Andy López.

Al panteón de los muertos políticos, se suma la primera guadaña de la nación,

tendrán oportunidad de aclarar paradas con su insigne acusador,

esperan con ansia Cuauhtémoc y Porfirio, se relame los bigotes Rosario,

Urzua y Tatiana esperan con discreción,

la fila es larga, a cada uno llegará su ocasión.

En algún oscuro rincón se relamen de satisfacción el innombrable y Calderón.

Noviembre 2022