Verde que (no) te quiero verde

Voy a compartir mis más recientes sueños, ojalá puedas ayudarme a descifrar que me está sucediendo, estoy cerca de la esquizofrenia.

Los entrados en años se acordarán del famoso billete de cincuenta pesos "ojo de gringa", resulta que empiezan a llegar a mi alrededor cientos de estos billetes, caídos del cielo, el maná hecho realidad, sin embargo en algún momento los azules "ojos de gringa" cambian a ser de color verde y me entierran bajo ellos, me ahogan hasta que pierdo la conciencia y veo la muerte cercana.

Plácidamente disfruto de algún lugar de playa, sol, arena un pescadito zarandeado con una chela bien fría, de improviso suena una alarma con una voz profunda que repite "OLA VERDE", "OLA VERDE", me sorprendo, no estoy en Cuyutlán, frente a mí se empieza a alzar la ola, a crecer y avanzar, quiero levantarme y correr, pero estoy paralizado, las piernas no responden, a mi alrededor desaparece todo ser humano, mientras la ola verde avanza inexorable sobre mí, me alcanza me engulle y me despierto, agitado, sudado y tembloroso.

Frente a mí, la bandera nacional ondea esplendorosa, verde, blanca y roja con el águila trepada en el nopal devorando la serpiente, lentamente el verde de la bandera gana terreno, el blanco casi desaparece una franja mínima, el escudo se convierte en una simple raya vertical, el rojo es apenas reconocible, al fondo oigo el clarín de una trompeta con los acordes del himno nacional.

Paseo tranquilamente por la calle, voy sin rumbo, sin prisa, disfrutando de la soledad de caminar, observar y pensar, los transeúntes gente normal de todas las edades, ciudadanos de a pie, primero uno después dos, al final todos los que aparentan veinticinco o menos años se convierten en Hulk, si Hulk el famoso personaje de comic, llevado a la televisión y al cine que se convierte en super héroe verde, también llamado la masa o el hombre increíble, me sorprendo, trato de ponerme a salvo, sin embargo observo que nadie se inmuta, cada quien sigue su rumbo sin más, en mi desesperación termino corriendo como loco eludiendo hombres verdes a mi paso.

Seguro estoy enloqueciendo, dejo lo que resta de mi para que se sacien los verdes.

Verde que (no) te quiero verde