AMLOato
El Maximato fue un periodo histórico y político de México que abarcó desde 1928, con el gobierno de Emilio Portes Gil como presidente interino del país, hasta 1934, con el inicio del gobierno de Lázaro Cárdenas. Este periodo se caracterizó por la influencia de Plutarco Elías Calles en la política mexicana, de cuyo apodo de "Jefe Máximo de la Revolución" deriva el nombre de este periodo.
De manera análoga se define el AMLOato como el período histórico del sexenio comprendido entre los años 2024 y 2030 donde la influencia de Andrés Manuel López Obrador fue definitoria, adquiriendo el sobrenombre de "Jefe Máximo de la Cuarta Transformación".
Nadie, que no haya adquirido la "enfermedad obscura" consistente en la incapacidad neuronal para captar los hechos más evidentes, negará que se construye diariamente el futuro, desde las mañaneras y más allá. Por cierto distinguidos médicos neoliberales, de prestigiosas instituciones extranjeras han declarado que la "enfermedad obscura" es incurable aunque médicos cubanos arraigados en Nayarit tienen otros datos.
Van algunos datos, visibles y obvios, NO otros datos.
La voluntad y arraigo de poder del Presidente es transparente, nadie en su sano juicio cree que se pensionará, con diez UMAS que da el dinamarqués ISSSTE y se retirará en su finca de la Chingada.
El AMLOato tendrá a su disposición, vía wasap, twitter, telefonazo o paloma mensajera, a una mayoría de delegados estatales (perdón gobernadores) dispuestos a recibir la sabia indicación, en su caso instrucción, y se ponen roñosos regaño iracundo.
Datos al respecto sobran, para muestra basta un botón: la maestra Delfina se encamina, si no se le atraviesa un maledicente representante del conservadurismo mexiquense, a administrar las tierras del Estado de México, será fiel, hasta la ignominia, de su tutor político. Quien pasó desapercibido de las triquiñuelas de la texcocana cuando fue Presidenta Municipal y se birló una lana de sus empleados, le perdonó haber perdido la elección pasada para llegar al Palacio Toluquense y fue ciego ante el inmenso descalabro al que condujo a la casa de Vasconcelos.
Tendrá a su disposición a la corcholata designada, dispuesta a consultar al Jefe Máximo, hasta las horas adecuadas para realizar sus necesidades naturales y hasta las íntimas. Sin duda recibirá la sabia indicación de quiénes deben ocupar los más altos cargos de la administración pública, bajo el criterio de 98% de lealtad (al Jefe), 1% de atole con el dedo a la corcholata y 1% de eficiencia.
Información sin recompensa alguna para Ebrad y Monreal.
Como ha dicho el futuro Jefe Máximo hay que dejar "bien amarradas" las cosas para que ni los conservadores (ni ninguna corcholata) puedan desamarrar los logros de la Cuarta Transformación, sobre todo los que se refieren a continuar pegados a la silla. (Por eso urge lo del IFE).
Otro dato, que no ven o no quieren ver los de la "enfermedad obscura", son los pactos con los buenos muchachos, un poco confundidos por no hacer caso a sus madres; que se han apoderado de una parte del territorio nacional, datos que vienen del odioso país del norte en boca de un general, hablan de un tercio del territorio, pero hay otros datos que es mejor no mencionar.
Otro baluarte de la continuidad de la gesta que vivimos es y será el glorioso ejército nacional (por lo menos los generales y coroneles cooptados) que al paso que van las decisiones presidenciales hasta el Instituto Nacional de Educación para Adultos y la Lotería Nacional le serán encomendadas por ser de seguridad nacional. Por cierto les refiero el siguiente artículo de Carlos Marín en Milenio para su optimismo: ¿Corcholata sorpresa...un general?
No importa que los datos indiquen que el país naufraga, importa que el pueblo siga fiel ("México siempre fiel"), al mesías reconvertido del Jefe Máximo, él se encargará de llevarnos al paroxismo de la felicidad para lo cual un sexenio es una miseria.
Al grito de viva México, vivan los héroes que nos dieron Patria, el 16 de septiembre veremos una piedra más en la construcción del nuevo período de la historia nacional: EL AMLOato.
*ato con minúscula, todavía le falta mucho para parecerse a Plutarco.
Última hora: ¿Alguien conoce a la nueva Secretaria de Educación?
Mi querido Alex, es una prospectiva muy desalentadora. Ojalá no llegue ninguna corcholata y saquemos a esos de Morena a la calle. Y bueno, que tampoco llegue la señora Delfina, ya ves quién la sustituyo. Me doy. Es un cuento de terror.
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